Reconstruyendo el primer templo católico de Buenos Aires



La construcción más antigua de la ciudad, el primer templo católico de Buenos Aires, la iglesia de San Ignacio, que estuvo en serio riesgo de colapsar en el casco histórico ubicado en el barrio porteño de Monserrat, ya casi fue reconstruido en su totalidad luego de su rescate que comenzó en 2003, según informaron voceros oficiales.
Si bien aún resta terminar la última etapa de los trabajos, sobre la fachada de la calle Alsina y los claustros, más la restauración de un par de retablos en su interior, el edificio construido en 1722, que tuvo rajaduras de varias decenas de metros, fue asegurado sin alterar su estilo original.
Los estudios realizados con un modelo matemático permitieron establecer que el paso de los colectivos no fue el causante de las rajaduras del frente, sino que éstas se produjeron por una pérdida de agua por una filtración en el túnel histórico que pasa bajo el altar mayor, que afectó a una columna.
Todo el trabajo se realizó con el concepto de "restauración sensible", supervisado por la Dirección General de Museos, para que no se cambie el patrimonio arquitectónico al punto de que fue pintado con cal, tal como se hizo originalmente.
Para el acabado final del templo, se reconstruyó el sistema de iluminación, se cambió todo el cableado y se instalaron modernas lámparas de iluminación donadas por una de las empresas líderes del ramo.
La iglesia se salvó gracias a la reacción del sacerdote Francisco Delamer, quien una mañana de 2003 cortó la calle Bolívar, para que no pasen más colectivos, y un par de años después fue reemplazado por Francisco Baigorria, actual párroco..